Somos muy dados a estar atentos a todo lo que los demás dicen y opinan. Pensamos que quienes siempre están correctos y tienen la verdad en sus manos son los demás. Confiamos ciegamente en lo que hace y dice todo el mundo y nunca nos detenemos a escucharnos a nosotros mismos.
Cómo nos cuesta reconocer nuestra grandeza y nuestra sabiduría. Cómo se nos facilita engañarnos y traicionarnos constantemente por no detenernos a buscar respuestas en nuestro corazón, simplemente nos ignoramos y buscamos lo que necesitamos afuera.
Desde pequeños estamos bombardeados de información, siempre nos dicen lo que debemos hacer y lo que no. Nos muestran la clasificación de todo (bueno, malo, lindo, feo, etc) y de manera inconsciente terminamos acompañados de un armario enorme lleno de cajones donde cada cosa que llega a nuestra vida la clasificamos y ponemos en el respectivo cajón según lo que nos han enseñado.
De esta forma no se nos ocurre recurrir a nosotros mismos, a esa luz que todos llevamos dentro, a esa sabiduría interior como recurso para respondernos inquietudes, buscar respuestas acertadas, tomar decisiones, actuar según lo que cada quien quiere, es decir, hacer lo que realmente nos dice nuestro corazón para vivir desde el respeto y el amor con nosotros mismos y así conseguir vivir la vida en propósito y llenos de gozo.
Es importante tener en cuenta que el camino de cada quien es diferente, que somos seres únicos particulares y que eso que el mundo ha querido generalizar en cuanto a comportamientos, a maneras de hacer las cosas, a lo que está bien hecho y lo que no, creencias que obligan a moverse en un mundo limitado que no hemos elegido, a recorrer caminos muy distantes a los que quisiéramos recorrer es el resultado de no habernos enseñado a buscar dentro de nosotros, a confiar en nosotros, a ser respetuosos y honestos con nosotros mismos.
Yo te invito a que te oigas, a que siempre busques dentro de ti, a que confíes y seas honesto contigo mismo, a que oigas esa voz interior para que así recorras los caminos desde tu luz y sabiduría. Para que puedas encontrar tu propio camino.
