La vida en pareja en ocasiones se convierte en un tema complicado. Siento que cada día se dificulta más por el tipo de relaciones que se establecen y la forma en que se paran las personas a vivir esta aventura.
El concepto de vivir en pareja tiene a su alrededor una cantidad de creencias limitantes que en ocasiones para la gente el tomar esta decisión se convierte en algo muy difícil. Sin embargo, desde donde yo lo veo puede ser simple y una experiencia de crecimiento que puede llevarnos a recorrer el mejor camino.
Vivir en pareja no es sinónimo de sacrificio. Yo diría que es sinónimo de crecimiento, oportunidad para ampliar nuestro espectro, posibilidad de hacernos mejores seres humanos cogidos de la mano de esa persona que hemos elegido. Al contrario de lo que se cree para mí el compartir en pareja no significa renunciar a los sueños propios sino por el contrario engrandecer los sueños y cumplirlos acompañados.
Para vivir en pareja y tomar la decisión de hacerlo lo primero que se debe tener en cuenta es la aceptación de la persona elegida con todo lo que es y representa. Con lo que nos parece bueno y lo que no nos parece tan bueno. Pensar en que vas a cambiar esto o aquello del otro cuando empiecen a vivir juntos es el peor error. Cuando se ama se ama. No se ama desde lo que nos gusta de esa persona sino desde lo que nos cuesta trabajo aceptar de ella. Tenemos que tener claro que nadie cambia porque otra persona se lo pida o por presión, las personas solo cambian cuando están dispuestas hacerlo por ellas mismas y si estamos pensando que la persona que amamos debe cambiar algo para hacernos felices estamos tomando la decisión equivocada.
Cómo lo sabemos nadie es perfecto así que debemos tener claro si vamos a ser capaces de convivir y ser felices con esas cosas del otro que me incomodan, si en el diario vivir voy a poder estar tranquilo y voy a ser capaz de convivir con eso. Tenemos la tendencia en ese momento de enamoramiento solo a centrar nuestra atención en lo que nos hace felices del otro y se nos olvida ver lo más importante lo que no nos hace tan felices.
Por otro lado, la vida en pareja en ningún momento puede concebirse como un sacrificio donde cada uno debe cambiar para hacer feliz al otro, no es un intercambio donde estamos todo el tiempo revisando quien ha hecho más por el otro, quién ha cedido más, quien es mejor, quien trae más dinero a la casa y un sin número de temas más que convierten esa convivencia en una competencia constante y un reclamo diario.
Vivir en pareja es vivir para poner en común, es respetar lo sueños del uno y del otro, es que cada triunfo de alguno de los dos se convierta en un logro propio. Es estar dispuestos a caminar desde la independencia de lo que cada uno busca, desde el respeto de lo que cada quién es pero teniendo la certeza que se cuenta con el mejor aliado y con un apoyo incondicional que solo esa persona pueda dar. Vivir en pareja no es pensar que no se puede vivir si el otro no está a su lado, no es crear vínculos de co dependencia, no es vivir desde la obligación. Vivir en pareja es experimentar el amor incondicional desde el respeto, la confianza y el diálogo. Se trata de construir una relación que nos pueda llevar a vivir desde el gozo y la luz con ese ser que elegimos sin querer cambiarlo.
