Vivimos en un mundo que se mueve constantemente, que a menudo nos lleva a encontrarnos con situaciones o realidades que nos aturden y nos llenan de miedos y emociones extremas. Estamos expuestos a recibir todo tipo de información que alimenta nuestros pensamientos y a través de los cuales creamos nuestra realidad.
Vivimos sumergidos en un mundo bulloso que se mueve vertiginosamente y que lo único que puede asegurarnos es el cambio.
Todo ese movimiento al que estamos expuestos nos lleva experimentar el estrés y este nos lleva a la ansiedad respuesta emocional condicionadas por todo a lo que estamos expuesto y debemos enfrentar pero sobre todo a los cambios a los cuales debemos adaptarnos ya se trate de acontecimientos negativos como un despido laboral, una enfermedad, una ruptura amorosa, muerte de un ser querido, o positivos y deseables como casarse e iniciar la convivencia, nuevas responsabilidades en el trabajo ligadas a un ascenso.
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que nosotros tenemos la capacidad de manejarlas pero lo más importante elegir no sentirlas. Estas respuestas emocionales se generan cuando nos enfrentamos a algo que se ha salido de nuestro control y que sentimos no vamos a ser capaces de lidiar además de el enfrentamiento que empezamos a experimentar con nuestro imaginario y pensamientos.
¿Cómo podemos evitar llegar a niveles extremos o hasta evitar experimentar estas sensaciones?
- Nuestros cinco sentidos son canales por los que constantemente estamos recibiendo todo tipo de información. Aprenda a elegir qué información es relevante , necesita y debe manejar. Ej. Déje de ver noticieros. Estos son espacios que manejan información negativa todo el tiempo y que realmente no nos aporta mucho.
- Haga consciencia del tipo de pensamientos que está originando y alimentando.
- No trate de cambiar lo que no se puede cambiar. Ej. No se puede cambiar el hecho que tenga que manejar por una hora y pico. Pero puede buscar maneras de relajarse en el trayecto, como escuchar un podcast u oyendo música que le guste.
- Respire profundo. La respiración hace que oxigenemos mejor y nos centra.
- Pregúntese ¿qué es lo peor que le puede traer esta situación? Cada vez que encuentre una respuesta vuelva a hacerse la misma pregunta y hágalo hasta que llegue a darse cuenta que eso último que genera esa situación termina siendo menos grave de lo que sentía
- Haga ejercicio realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, su cerebro libera químicos que lo hacen sentir bien. También puede ayudarle con su energía reprimida o su frustración. Busque algo que disfrute, ya sea caminar, montar en bicicleta, nadar o bailar, y hágalo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
Vivimos engañados pensando que tenemos el control y la vida cada día nos muestra que eso es una gran mentira en la que nos gusta creer. La ansiedad y el control del estrés se pueden manejar cuando decidimos fluir y confiar en aquello que nos trae la vida asumiendo una posición positiva y abierta.